“…Nobody sees anybody truly but all through the flaws of their own egos. That is the way we all see …each other in life. Vanity, fear, desire, competition– all such distortions within our own egos– condition our vision of those in relation to us. Add to those distortions to our own egos the corresponding distortions in the egos of others, and you see how cloudy the glass must become through which we look at each other. That’s how it is in all living relationships except when there is that rare case of two people who love intensely enough to burn through all those layers of opacity and see each other’s naked hearts. Such cases seem purely theoretical to me.”
(Nadie ve definitivamente a los demás, sino a través de los defectos de su propio ego. Así es cómo todos nos vemos mutuamente en la vida. La vanidad, el temor, el deseo y la competitividad ‘deformaciones que se hallan en el interior de nuestro ego’ condicionan la manera de ver a las personas con las que nos relacionamos. Si a las deformaciones de nuestro propio ego añadimos las deformaciones correspondientes al ego de los demás, veremos lo empañado que queda el cristal con el que nos miramos unos a otros. Es así en todas las relaciones de la vida, salvo cuando existe ese extraño caso de dos personas que se aman con la intensidad suficiente para eliminar esas capas de opacidad y ver el alma desnuda del otro. Esos casos me parecen puramente teóricos.)
Tennessee Williams (1911-1983), Dramaturgo estadounidense.