«Muchas veces me ha tentado creer que la locura es la incapacidad de soportar al mundo, y que no se trata más que de eso. El motor de la locura sería entonces una sensibilidad tan extrema, tan pura y transparente que en un momento se lastima, con alguna astilla de la vida cotidiana, se infecta, y así comienza la insanía. Como si la escena se redujera a declararse absolutamente harto de todo y mandarse a mudar sin más trámite. El último refugio del monje: la locura.»
Alfredo Rosso. (1954) Periodista argentino.