«Esta es la perfecta imbecilidad del mundo: cuando no nos favorece la fortuna, con frecuencia como efecto natural de nuestro propio comportamiento, echamos la culpa a los desastres del sol, la luna y las estrellas, como si fuéramos villanos por necesidad, tontos por compulsión celestial; bribones, ladrones y traidores por predominancia esférica; borrachos, mentirosos y adúlteros por obediencia obligada a la influencia planetaria. ¡Admirable evasión del hombre fronicario, dejar la responsabilidad de su condición lujuriosa a cargo de una estrella!»

De «Rey Lear»William Shakespeare (1564- 1616) Dramaturgo, poeta, actor inglés.